Intervención de Salvador Arpa en el pleno:
Una de las tareas pendientes que teníamos al inicio de esta legislatura, y en eso creo que todos los grupos políticos coincidíamos en nuestros programas electorales, era la de revisar el Plan General de Ordenación Urbana de Tudela de Duero y Herrera de Duero, ya que el anterior plan, el aprobado en el año 2009, había sido anulado judicialmente, lo que hace que actualmente nos estemos rigiendo por el Plan del año 1998, disponiendo de una normativa urbanística municipal desfasada y totalmente desactualizada, tenemos una normativa del siglo pasado, lo que dificulta enormemente el trabajo de los técnicos municipales a la hora de compatibilizar los intereses generales del municipio con los intereses de los particulares a la hora del desarrollo urbanístico del municipio.
Cuando aceptamos formar parte de este equipo de gobierno, una de las condiciones fue precisamente la de asumir la gestión de la Concejalía de Urbanismo con la voluntad de revertir el modelo urbanístico anterior a un plan urbano acorde con las necesidades reales del crecimiento, todo ello dentro de un contexto de sostenibilidad medioambiental y eficiencia en el mantenimiento de los servicios municipales.
Quiero aprovechar la ocasión para felicitar a todos y cada uno de los y las componentes que forman parte de los servicios técnicos del área de urbanismo de este ayuntamiento y darles las gracias por el esfuerzo que han tenido que hacer en los últimos meses, y el que a buen seguro tendrán que realizar en los meses venideros para que esta tarea y esta herramienta de la que nos queremos dotar llegue a buen puerto.
Además, creemos que les hemos dado el protagonismo que se merecen ya que por primera vez el equipo técnico del ayuntamiento ha trabajado conjuntamente con el equipo redactor del Plan General, lo que a buen seguro habrá evitado más errores de los que pueda tener, pero sobre todo hemos dado la posibilidad a los técnicos municipales para opinar sobre las actuaciones propuestas, pues son ellos los que se enfrentan en el día a día a la problemática que supone la ordenación urbanística de nuestro municipio y los que más soluciones pueden aportar
Uno de los motivos por los que, en su momento, desde mi grupo se votó en contra de la aprobación del Plan elaborado en 2009, fue porque entre otras cuestiones planteaba un modelo de desarrollo insostenible para los recursos municipales y, fundamentalmente, por impulsar un crecimiento basado en la especulación del suelo y la vivienda, algo que como todos sabemos, acabó explotando en la mayor crisis económica y social que hemos vivido en nuestro país, y en nuestro municipio lo hemos sufrido en primera persona.
Muy al contrario, el Plan General que queremos aprobar inicialmente hoy, se está desarrollando bajo criterios de sostenibilidad, adecuando el planeamiento a las necesidades reales del municipio y que nada tienen que ver con el modelo especulativo con el que se había creado el anterior, de entrada proponemos una reducción del 90% del suelo destinado a la construcción de viviendas, mientras que el Plan del 2009 destinaba 477 hectáreas a suelo urbanizable, en el que hoy presentamos se destinan 59,44 hectáreas, basta manejar este dato para llegar a esta conclusión, aun así, mantenemos una oferta de vivienda que se adapta al previsible crecimiento y demanda de los próximos años, en función de factores como el padrón municipal o el desarrollo industrial comarcal, entre otros.
El actual Plan General, que estará expuesto públicamente durante las próximas semanas (durante tres meses concretamente), se ha elaborado siguiendo los siguientes criterios y objetivos:
En primer lugar, los de adecuar el planeamiento municipal al marco general y autonómico de la legislación urbanística vigente y de las Dotvaent, también nos hemos puesto como objetivo cumplir con los requerimientos que desde otros organismos nos señalan como es el caso de la CHD y su delimitación de zonas inundables, además aprovechamos esta revisión para incorporar mejoras en las infraestructuras viarias y rondas de conexión en el núcleo urbano, planteando mejoras de las interconexiones con la posible variante de la CL-600 y de la A-11
Por otro lado, priorizamos, a la hora de futuros desarrollos residenciales, los crecimientos que den continuidad al núcleo urbano principal, así como las reclasificaciones de terrenos destinadas a rellenar vacíos entre zonas residenciales e industriales consolidadas.
Se trata en resumen, de “volver la mirada hacia el suelo consolidado y la trama existente”, por fin se unifica el tejido urbano al cerrar los vacíos existentes generados por crecimientos de vivienda lineales y además se eliminan las islas urbanas alejadas del casco que se habían ido creando de forma irregular por falta de control en el urbanismo durante muchas legislaturas.
Fíjense si hacemos hincapié en este aspecto, para nosotros el más importante, porque Tudela y Herrera no necesitan más suelo urbanizable, por eso solamente creamos diez sectores de este tipo de suelo, siendo uno de ellos industrial, nosotros nos hemos centrado más en tratar de solucionar la problemática urbanística que había ido generando ese crecimiento descontrolado permitido hasta ahora y por eso utilizamos 62 normalizaciones de fincas para regular el crecimiento en suelo urbano y 12 unidades para regular el suelo urbano no consolidado.
Además, se establece un Plan Especial de Infraestructuras para dar cobertura a algunas de esas “islas urbanas” que el Plan del 98 nos había regalado y en las que no se establecía ningún tipo de norma ni regulación para su desarrollo, uno para la “isla urbana de la Senda Las Carretas” y otro en Herrera para la zona del Otero, La Cotarra y La Pineda.
Otras “islas urbanas” de menor entidad en cuanto al número de viviendas se regulan y normalizan a través de la nueva figura urbanística denominada “Área de Asentamiento Irregular” y se establecen tres, una en Herrera en la zona entre el Camino Boecillo y la zona de Las Huertas (creo que lo denominan “Buenos Aires”) y otras dos en Tudela, una en la zona del Camino Las Lanchas enfrente de Perales y la otra lo que se denomina Urbanización Los Canales”.
También tratamos de garantizar que el desarrollo de las futuras zonas residenciales, industriales y de servicios incorporen las necesarias infraestructuras de Sistemas Generales y dotaciones públicas, reservando para ello 65.295,87 m2 para Espacios Libres Públicos (ELP), otros 44.299,80 m2 para Equipamiento Público (EP) y 31.545,05 m2 para nuevos viarios.
Sin duda, este Plan General no va a contentar a todo el mundo y tampoco resolverá completamente más de 30 años de deficiente uso del urbanismo como herramienta de desarrollo, por eso les pido que, más allá de que nos guste más o menos el trazado de una calle, o la anchura de la misma, apoyen este Plan General de Ordenación Urbana porque es el primer Plan que quiere lograr en los próximos años un municipio para los ciudadanos, respetuoso con el medio ambiente y con un modelo de desarrollo sostenible.